ORO CONTRA LA FIEBRE, EL VÓMITO Y LA BURLA

Tras Juegos Deportivos Nacionales hay atletas que hacen una mirada retrospectiva de cómo lograron llegar al podio y es ahí donde las historias florecen.

El relato de la medalla de oro en 60 kg categoría mayor es digna de contar. Su protagonista: Julianna Rodríguez de Desamparados.

Esta joven de 18 años sorteó la fiebre y el vómito para obtener su tercera medalla en su carrera en Juegos y lo celebró por todo lo alto con su familia y compañeros de equipo de Desamparados. Ella habla de que sus rivales aprendieron la lección de que no hay contrincante débil por más que las apariencias engañen, además de que el éxito se disfruta más cuando el camino está lleno de espinas.

“Gané el oro por honor porque muchos hablaron de que no lo iba a lograr, de que en esa categoría yo no era nadie, así que la cosa se puso un poco caliente. Muchos hasta apostaron para la final y demostré que puedo ser la número uno en cualquier peso. Mi categoría es 51 kilogramos, pero para los Juegos no había competencia y tuve que subir a 60 kg”, comentó Rodríguez sobre el gran reto que tenía por delante en las justas nacionales y que lo superó con creces.

Su prueba no solo fue en el ring sino también fuera de él. Cuenta que a pocos días de los combates se empezó a sentir mal a tal punto que estuvo cerca de decir adiós a los Juegos. Sin embargo, su coraje no se lo permitió.

“Mi enfermedad fue más que todo viral. Estaba casi descartada, pero un día antes me levanté y dije ‘yo debo ir, es mi sueño obtener la medalla’, mi equipo me necesitaba y fui con fiebre y vómito. Tuve que comer más de la cuenta y en el pesaje oficial no aguanté y me vomité frente a todos. Muchos soltaron a reír y empezaron los comentarios de que no iba a dar la talla y menos en el estado en que me encontraba”.

El día de la gran batalla, el 7 de julio, en una pelea apretada con María Zúñiga de San José Julianna tiró todos los golpes que pudo y solo pensó en bañarse en oro para cerrar su ciclo.

“Gané con boxeo y coraje y cuando bajé del ring me fui a abrazar con mi mamá y le dije que esa pelea era para ella por todos los cuidos y por darme la vida”, apuntó.

Antes de ingresar al boxeo a Rodríguez solo le pasaba por la mente la gimnasia, su deporte preferido, pero tarde o temprano la herencia de familia daría efecto.

“En mi familia sí existió el boxeo antes con un tío, yo entré gracias a una amiga. Antes de darme cuenta de mi talento lo que quería era practicar gimnasia, pero resultaba un poco cara practicarla.  Mi entrenador Julio me vio, dijo que me veía madera y empecé a entrenar y acá sigo cumpliendo mis metas”, finalizó.

Ahora la conocida “China” apunta a consolidarse en la categoría mayor y en Selección Nacional.