"ÉL ES MI GUERRERO"
“Boxeo buenas…”, muchos han escuchado este saludo cuando llaman a las oficinas de la Asociación Costarricense de Boxeo (Acobox) para consultar programaciones, inscripciones y otros trámites. Pero detrás de ese teléfono y de esa voz está una madre también luchadora y aunque no practica el arte del boxeo se ha convertido en el rostro administrativo de la Asociación. Se trata de Hazel Vanessa Chaves, más conocida como “Vane”.
Ella al igual que las boxeadoras madres tiene su historia, muy valiente por cierto y perseverante en sus tareas. Hoy tiene un hijo de 2 años, Caleb, el amor de su vida y quien le da las fuerzas para dar lo mejor en su trabajo y como madre.
Vanessa manifestó que no estaba tan preparada para dar a luz y mucho menos para sortear algunos obstáculos en el camino, sin embargo, le puso el pecho a las balas y superó cada prueba del de arriba (Dios).
“Me di cuenta que iba a ser mamá en un momento duro de mi vida, pero le dije a Dios que si esa era su voluntad que lucharía con todas mis fuerzas por sacarlo adelante y Caleb es mi guerrero hoy en día”, sentenció Chaves.
El primer recuerdo de gran aprendizaje fue cuando estando embarazada tuvo que atender a su madre enferma.
“Fue la verdad un capítulo complicado porque yo estaba embarazada y mi mamá paralítica y no podía atenderla como debía, además perdí mi segundo trabajo y creí que se me venía el mundo encima. Pero gracias a Dios mi mamá se fue recuperando y encontré estabilidad en mi trabajo en Acobox, ya estoy cerca de cumplir siete años acá”, relató Chaves, quien a la vez comentó que hubo otro pasaje de su vida que la marcó.
“Sí tuve un segundo momento igual de duro porque mi hijo fue internado en el hospital de niños con una enfermedad poco conocida el Kawasaki y fue en el Día de la Madre del año pasado”, acotó.
Sin pelos en la lengua Chaves aceptó que cometió errores y hoy como madre ve la vida distinto.
“Creo que ser madre la mayoría lo traemos por instinto, pero día a día uno aprende a educar y tener paciencia, sobre todo cuando es un poco hiperactivo el niño. Soltera nunca fui de fiestas ni nada por el estilo pero sí cometí muchos errores, de los cuales me arrepiento y con la llegada de un hijo siendo tan joven uno madura más rápido y ve la vida diferente. A veces es cansado llegar del trabajo y pasar desvelada porque tu hijo no se duerme, pero quien ama lo que hace sigue adelante”.
Vanessa se muestra agradecida con sus patrones y confía en seguir muchos años en la secretaría administrativa de Acobox.
“Al boxeo, a los dirigentes debo agradecerles por el apoyo, por ser condescendientes conmigo, siempre están a mi lado y me han dado la oportunidad de formarme como profesional”.
Destacó que la mamá que es boxeadora es una guerrera…
“La mujer que practica boxeo debe ser aguerrida y debe aprender a dividir sus tiempos. Al menos yo no fui así como que muy buena para el boxeo. Mi hijo sí tiene guantes y le gusta, yo creo que la madera la trae porque su bisabuelo fue boxeador”.
Fuera del ring también hay personas que contribuyen al desarrollo de Acobox.