Ella es la madre de todas las madres boxeadoras, por sus años como mamá, por su experiencia como educadora y por su puesto como vicepresidenta de la Asociación Costarricense de Boxeo (Acobox).
Es voz autorizada para hablar y opinar lo que representa traer hijos al mundo y sobre todo en un gremio como el boxeo, en el que se encuentran muchas historias de superación que inspiran y hacen grande al deporte.
No importa la distancia, desde Buenos Aires de Puntarenas Doña Ligia Rojas Borbón saca su tiempo para dedicarle alma, vida y corazón al boxeo y ve en cada una de las pugilistas esfuerzo, dedicación, sudor y no duda en apoyarlas de manera incondicional.
“La madre boxeadora es un ejemplo a seguir”, afirmó Rojas, quien tiene dos hijos grandes, ya hechos y derechos, Mónica y Wálter Campos. Ambos son su satisfacción y su bendición y le agradece a Dios por haberle dado la oportunidad de traerlos a este tierra y educarlos. Pero el camino no fue fácil para lograr lo que ellos son hoy día.
“A los 20 años de edad entré apenas a sétimo de colegio, estudiaba de noche y en el día trabajaba como empleada doméstica, cinco años más tarde saqué el bachillerato. Para mí fue muy duro dejarlos a ellos con cinco días de nacido en la casa para irme a estudiar”, relató la dirigente del boxeo tico.
Mónica y Wálter vieron el esfuerzo de su madre trabajadora, su tesón, su firmeza por alcanzar también el profesionalismo.
“Ellos son mi tesoro, mi bendición, me conocieron como empleada y me vieron crecer como profesional porque no quería que ellos pasaran por lo que yo pasé”, sentenció Rojas, premio Mauro Fernández a la excelencia de la educación.
Al igual que muchas boxeadoras, doña Ligia concordó en que no existe un libro de cómo criar a un bebé, pero sí siente que se deben retomar algunos elementos para guiarlos por el camino correcto.
“Los manuales son vivenciales, cada hijo necesita cosas diferentes, pero sí debemos inculcar más valores y dar el ejemplo. Como parte de la directiva, como oficial, la verdad es que en cada boxeadora veo parte de mi hija Mónica, por lo que las aconsejo y les doy mi apoyo incondicional”, apuntó.
Rojas no olvida su sangre… Doña Paula Borbón, gracias a ella vive y hoy con 81 años de edad “sigue siendo un ejemplo para mí, una agricultura con muchos valores y que me enseñó a ir de frente en la vida”.
Para Rojas ser mamá y boxear es de valientes…
