"MI BEBÉ ME HIZO MADURAR"
Pamela Sánchez regresó al ring como las grandes, con victoria en las semifinales del torneo Abierto femenino en los 60 kilogramos. Tenía tres años de no pelear oficialmente, pues había decidido entregarse por completo a la crianza de su pequeño Eiden de 3 añitos.
Pero no pasó tan alejada del boxeo porque durante ese tiempo de inactividad colaboró como juez y réferi en las programaciones de la Asociación Costarricense de Boxeo (Acobox).
Sánchez está de vuelta para ir por más metas de la mano de Eiden que es su fuente de inspiración.
“Es un proceso bastante duro donde he tenido que organizarme mucho, no es solamente pensar en entrenar sino también en estudiar y en criar a mi hijo. Ha habido cosas que como persona he tenido que mejorar y hacer sacrificios para salir adelante”, comentó Pamela, quien tiene ya 24 años de edad.
Ser madre no es tarea sencilla, según reconoce la boxeadora, requiere de mucha atención y sacrificio, que al final vale la pena porque se tiene al frente a un ser humano sangre de tu sangre.
“Significa un cambio de vida completo, pero gracias a Dios mi bebé me hizo madurar, en pensar más sobre mi futuro, el proyectar metas profesionales y deportivas, me hace ser mejor ser humano. El amor de mi vida es Eiden”, apuntó Sánchez, quien estudia en el INA.
Muchos las recuerdan por sus participaciones en Juegos Nacionales, Centroamericanos, torneos en Brasil, México, Barbados, entre otros y ahora espera retomar esa senda como una mujer más fuerte física y mentalmente.
“Ahora que volví sentí mucha presión porque uno quiere llegar a ser la de antes, gracias a Dios di el primer paso y acá está mi hijo apoyándome. Queda mejorar muchas cosas, pero hay que ver hacia adelante”, finalizó.
Pamela multiplica su tiempo para rendir como madre y boxeadora y confía en que a futuro se cumpla ese viejo adagio del “que persevera alcanza”.