"EL BOXEO ME DA VIDA"


No tiene la fuerza para mascotear o para ponerse a guantear, pero sí la experiencia y sabiduría para guiar a sus boxeadores desde la esquina. Sus 80 años de edad no son obstáculo para mantenerse activo como entrenador y su salud brilla en el ring cada vez que le señala a sus pugilistas qué deben hacer y qué no en un combate. 50 años dirigiendo lo respaldan.

Pedro Jácamo es uno de los entrenadores activos más longevos del país que por nada del mundo deja guardado los guantes, su vida ha sido el boxeo y su cuartel de concentración el comité cantonal de deportes de Puntarenas.

Siempre con el ánimo a tope y con la adrenalina a más del 100% Jácamo asiste a los torneos de la Asociación Costarricense de Boxeo, campeonatos nacionales y Juegos Nacionales. Sólo la enfermedad o la muerte podrán separarlo del ring.

“El boxeo me da vida, me siento bien, le agradezco tanto a Dios por haberme permitido elegir este deporte que tanto amo y si no me voy es porque quizás no he encontrado a esa persona para heredarle todo, me dolería ver caer lo que se está haciendo en una provincia como Puntarenas donde buscamos seguir sacando boxeadores. Por mí han pasado muchos boxeadores y hasta llegan hijos de ellos para que les enseñe”, apuntó Jácamo, porteño por los cuatro costados.

Su andanza por esta disciplina inició cuando tenía 19 años, un amigo lo llevó a practicar luego de darse cuenta que lo suyo no era el fútbol.

“Muy malito era, solo en banca, así que un amigo me llevó a boxear a Golfito y fui entrenado por Mario Palavicini. Hice unas cuantas peleas allá en Golfito, posteriormente regresé a Puntarenas y me pidieron que peleara en el Lito Pérez. Después al ver que no había como cultura para boxear me retiré. Tenía apenas 25 años. Ya para los 30 me llamaron porque empezaron a salir unos muchachos para boxear y desde ese momento dirigí”, revivió Jácamo, quien a la vez no olvida lo duro que eran esos tiempos para mantener viva la disciplina en el Puerto.

“Gracias a mi oficio de sastre logré costearme los cursos y las salidas a la capital, recuerdo que personas como Rafael Vega, Manzanares y Villaplana mantenían el boxeo en el país, yo fui aprendiendo de ellos y no me perdía los viernes los entrenamientos de Manzanares para ir agarrando volados. Yo me hacía las suizas y hacía rifas para poder comprarme los zapatos. Ahora yo le digo a los muchachos que aprovechen porque tienen implementos, buseta y uniformes”, acotó.

“Me gustan los boxeadores técnicos”
Cuando ya tiene a sus boxeadores en fila, hombres y mujeres, Jácamo se coloca en el centro del ring y escoge los guanteos para ir midiendo las aptitudes de sus valientes.

“Uno va viendo cómo pegan y los va encaminando. A mí me gustan los boxeadores que son técnicos, yo les digo siempre que se muevan, que luzcan bien, para nada me gustan los macheteros y menos los que se quedan parados. Sufro mucho en las peleas cuando veo que no están haciendo bien las cosas, es una adrenalina indescriptible”, sentenció.

Pero no todo son golpes para don Pedro, pues reconoce que en estos tiempos hay una prioridad: el estudio. “Sí es lo primero que les digo a ellos que por favor estudien, el boxeo es pasajero, acá para vivir se necesita estudiar y tener una profesión porque la vida está muy dura”, finalizó.

Ya tiene nietos y bisnietos, pero de momento ninguno heredó el boxeo. Pedro Jácamo se siente agradecido por la oportunidad que le brindan en el comité de entrenar a los atletas, al lado de por lo menos tres asistentes.