REGRESO DE ORO
A pesar de que la situación económica lo alejó por dos años del ring y su nueva función de padre lo llevó a definir prioridades, Manuel Guzmán no pudo quitarse de encima el gusanillo del boxeo, así que decidió en este 2017 inscribirse en el campeonato nacional elite representando a Desamparados. Su condición física no era la mejor, sin embargo, su fortaleza mental y sus golpes lo llevaron a subir al podio en los 81 kilogramos en una gran pelea ante el poeta José Moya, realizada el fin de semana en el Gimnasio Jesús “Tuzo” Portuguez. La decisión fue de tres tarjetas a dos favor de Guzmán.
“Estaba un poco alejado del boxeo, ya había nacido la bebé, la situación económica no me daba, gracias a Dios hoy veo en mi familia una fuente de inspiración y trabajo en la Guacamaya. Combino el boxeo con el trabajo y logré tener un lindo regreso”, sentenció Guzmán.
“Fue una gran pelea, el rival es un toro, pega duro, la verdad que disfruté mucho aunque me cansé porque físicamente me faltaba un poco. Y como me dijo el entrenador dele hasta donde dé lo físico, el colmillo y el corazón”, acotó.
Es de esos boxeadores que la pulsean dentro y fuera del ring, “he trabajado haciendo camarones y en construcción”, y pese a los obstáculos siempre busca salir adelante.
“Esto es lo que amo, boxear, la sensación de subir al ring, solo el que lo practica sabe de lo que hablo”, finalizó.
Guzmán ahora buscará su campo en la Selección.